El Aikido es un arte marcial japonés, un budo moderno desarrollado por el maestro Morihei Ueshiba en la primera mitad del siglo XX.
Resultado de la evolución y adaptación de diferentes técnicas procedentes de diversas escuelas de lucha de esgrima japonesa, lanza, defensa con mano vacía, ju-jutsu… etc. de las que su creador fue un estudioso llegando a ser maestro certificado en varios de estos estilos de lucha. A partir de los años 50, influido por la presencia occidental en Japón después de la guerra, el Aikido evoluciona al arte marcial que actualmente es, merced al relevo tomado por los herederos del fundador, por sus alumnos convertidos en maestros y por la irrupción de practicantes y maestros occidentales. El Aikido fue el primer arte marcial autorizado a ser practicado en Japón después de la guerra por las autoridades aliadas.
La gran diferencia del Aikido con el resto de los tipos de artes marciales es que, mientras que todos los tipos de lucha buscan obtener la victoria frente al adversario de una forma contundente y, dentro de lo posible, definitiva, el Aikido persigue llegar a la defensa y a la resolución del conflicto causando el menor daño posible (o ninguno) al adversario o atacante.
De ahí su nombre, compuesto por los conceptos AI (Armonía), KI (Energía), DO (Camino o vía) y la filosofía de sus técnicas donde sólo existen técnicas de defensa, no existe el ataque y como resultado lógico, no existe la competición para establecer el mejor, el campeón. En el Aikido se establece una relación de superación y mejora de uno mismo y no una comparación con las habilidades de los demás.